CUESTIONES FORMALES
1. La mayúscula de las letras i la j mayúsculas carece del punto sobrescrito característicos de su forma minúscula: Inés, Javier.
2. Cuando los dígrafos ch, gu, ll y qu se emplean en mayúscula al inicio de una palabra escrita con minúsculas, solo adopta forma de mayúscula el primero de sus componentes: Chillida, Guinea, Llerena, Quevedo; pero si los dígrafos forman parte de una palabra escrita enteramente en mayúsculas, deben ir en mayúscula sus dos componentes: CHILLIDA, GUINEA, LLERENA, QUEVEDO. Cuando los dígrafos forman parte de una sigla, se escribe en mayúscula solo el primero de sus componentes y en minúscula el segundo: PCCh (Partido Comunista de China).
3. Existe una clase de letra denominada versalita, que constituye una variante tipográfica de carácter híbrido, caracterizada por presentar la misma forma que la mayúscula con una altura similar a la de la minúscula. A pesar de su apariencia, la versalita es una variante estilística de la letra minúscula, por lo que, al utilizar la versalita, debe mantenerse la mayúscula inicial en aquellas palabras que la requiera.
4. El uso combinado de minúsculas y mayúsculas en el interior de una misma palabra no es propios de nuestro sistema ortográfico y debe evitarse en la lengua general
LA MAYÚSCULA Y LOS SIGNOS DIACRÍTICOS
1. El
empleo de la mayúscula no exime de poner tilde cuando
así lo exijan las reglas de acentuación: CÓRDOBA, Álvaro. Del mismo modo, las letras mayúsculas se escribirán con diéresis si así les corresponde: ANTIGÜEDAD, PINGÜINO.
2. Solo las siglas escritas íntegramente en mayúsculas no llevan nunca tilde, ni siquiera cuando la letra en la que recae el acento prosódico de la sigla es la inicial de una palabra que se acentúa gráficamente en la expresión desarrollada. Así, se escribe CIA (y no CÍA), sigla del inglés Central Intelligence Agency. Hay que advertir, no obstante, que los acrónimos lexicalizados, esto es, las siglas que por su carácter pronunciable se han incorporado al léxico general como nombres comunes o propios, se someten como cualquier otra palabra, a las reglas de acentuación gráfica; por lo tanto, llevarán tilde cuando les corresponda, tanto si se escriben en minúsculas como si aparecen enteramente en mayúsculas: Intermón, INTERMÓN, módem, MÓDEM, euríbor, EURÍBOR. Como es natural, al haber abandonado su condición original de siglas, se regirán por las normas generales de uso de mayúsculas y minúsculas, es decir, solo se escribirán enteramente en mayúsculas por las mismas razones que el resto de palabras.
MAYÚSCULA CONDICIONADA POR LA PUNTUACIÓN
Se escribirán con letra inicial mayúscula exigida por la puntuación las palabras siguientes:
1. La primera palabra de un escrito y la que vaya después
de punto seguido o aparte, independientemente de que pueda estar precedida de un signo de apertura de paréntesis, comillas, interrogación o exclamación: Llegó temprano. ¿Habría alguien en la casa?
2. La
palabras que sigue a los puntos suspensivos, cuando estos cierran
un enunciado. Por ejemplo: No sé si... Sí iré.
3. En frases interrogativas y exclamativas existen dos posibilidades:
Si la pregunta o la exclamación constituyen la totalidad del enunciado, la primera palabra se escribe con inicial mayúscula, así como la que da comienzo al enunciado siguiente: ¡Qué alegría! Pensé que no volvería a verte.
Si la pregunta o la exclamación inician el enunciado. En ese caso, la primera palabra que sigue a los signos de apertura (¿ o ¡) se escribe con mayúscula y la que sigue a los signos de cierre (? o !) se escribe con minúscula: ¿Qué puedo hacer hoy por mis semejantes?, pregúntate todos los días.
4. Si cada pregunta o exclamación se considerase un enunciado independiente, su primera palabra debería escribirse con mayúscula inicial, según se acaba de explicar: ¿A qué hora has llegado? ¿Fueron amables?
5. La
que va después
de dos puntos debe comenzarse el texto con inicial mayúscula tras ese signo de puntuación en los casos siguientes:
a) Tras los dos puntos que siguen a la fórmula de encabezamiento o saludo de una carta, se trate de un envío postal, un fax o un correo electrónico: (Muy
señor mío: Le agradeceré...).
b) Tras de la fórmula de encabezamiento
de una carta o reproduzca
palabras textuales: (Juan dijo: "Yo estoy muy a gusto"). Se exceptúan los casos en que la cita se inicia con puntos suspensivos para indicar que se está omitiendo el comienzo del enunciado en el texto original: Y el monólogo termina así: <<... y los sueños, sueños son>>.
c) Tras los dos puntos que cierran los epígrafes o subtítulos de un libro o un documento, o los elementos de una enumeración en forma de lista, cuando el texto explicativo que los sigue comienza en la misma línea: La arquitectura egipcia: El elemento más característico de la arquitectura egipcia son las pirámides...
d) Tras los dos puntos que siguen a términos de carácter enunciador, como ejemplo, advertencia, nota, etc., cuando preceden a enunciados con plena independencia sintáctica y de sentido, sea cual sea su extensión: ADVERTENCIA: Medicamento no indicado para menores de tres años.
e) Tras los dos puntos que introducen una explicación que se desarrolla en uno o más párrafos independientes. En estos casos, los dos puntos suelen coaparecer con expresiones que remiten al texto que sigue, como a continuación, o siguiente, y alternan en su uso con el punto y aparte:
La receta se elabora tal como se explica a continuación:
Se baten los huevos y el azúcar y...
f) Tras los dos puntos que siguen a verbos como certificar, exponer, solicitar, etc., cuando presentan el objetivo fundamental de determinados documentos jurídicos y administrativos (decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias) y que aparecen por ello, escritos enteramente en mayúsculas: CERTIFICA: D.ª Juana González ha trabajado...
g) La primera palabra de cada uno de los elementos de una enumeración escritos en líneas independientes, siempre que estos se cierren con punto. Si se cierran con coma o con punto y coma, los mismos elementos comenzarán con minúscula.
USO DE MAYÚSCULAS EN NOMBRES Y DENOMINACIONES
Personas
1. Todo nombre de pila o hipocorísticos (acortamientos, diminutivos o variantes: Paco por Francisco). Ejemplos: Rodrigo,
Moisés,
Pili, Lucho. Cuando un nombre de pila incluye proposiciones o artículos, estos se escriben con minúscula inicial: María de los Ángeles.
2. Se escribirán también con mayúscula inicial los constituyentes con significado léxico (normalmente sustantivos y adjetivos) que formen parte de la traducción de antropónimos pertenecientes a otras culturas: Cabeza de Águila, Toro Sentado.
3. Se escribe con mayúscula términos como fulano, zutano, mengano, perengano o perencejo solo si forman parte de una denominación genérica ficticia, con estructura de antropónimo: Fulano de Tal, un tal Fulano Fulánez.
4. Los apellidos se escriben asimismo con mayúscula inicial: Mendoza, Fernández. Si un apellido español comienza por preposición o por preposición y artículo, estos se escriben con minúscula cuando acompañan al nombre de pila: Luis de Torres, Juana de la Rosa; pero, se omite el nombre de pila, la preposición debe escribirse con mayúscula: señor De Torres.
5. Aunque la costumbre de emplear el apellido del marido precedido de la preposición de tras el apellido propio de la esposa es cada vez menos frecuente, en esta fórmula la preposición se escribe siempre con minúscula: D.ª María Soto de Alvarado [= esposa del Sr. Alvarado]. También va en minúscula la preposición cuando el apellido del marido se emplea para designar al matrimonio o a la esposa: señores de Alvarado, señora de Alvarado. Si el apellido del marido comienza, a su vez, por la preposición de, esta segunda debe escribirse con mayúscula: María Soto de De Torres.
6. Si el apellido comienza con artículo, se escribe siempre con mayúscula, se anteponga o no el nombre de pila: Antonio La Merced, señor La Merced. Por el contrario la conjunción y que figura entre los dos apellidos de ciertos nombres se escribe siempre con minúscula: Ortega y Gasset.
7. Se escriben con mayúscula inicial los nombres propios (normalmente apellidos) que, precedidos por un artículo en plural, se utilizan para designar a familias y dinastías: los Pérez, los Austrias, los Borbones, los Kennedy. También se escriben con mayúscula los nombres de familias y dinastías cuando se emplean en aposición: la dinastía Ming, la familia Kennedy. Cuando se emplean como adjetivos, se escriben, en cambio con minúscula: los reyes borbones.
8. Cuando los antropónimos se emplean en plural para referirse a varias personas que se llaman del mismo modo, tanto los nombres de pila como los apellidos deben conservar la mayúscula que les es característica: ¿Cuántos Fernández conoces?; En mi empresa hay muchas Cristinas; Los Pérez serán los primeros en examinarse.
9. Los nombres propios pluriverbales presentan, en estos casos, mayor resistencia a la minusculización, y lo más habitual es que se mantenga su escritura en varias palabras y con mayúscula inicial: Hay muchas Teresas de Calcuta trabajando abnegadas en países propios.
10. Los apodos y alias son denominaciones de carácter descriptivo basadas en algún rasgo o condición de la persona a la que nombran, que se utilizan acompañando a su nombre propio o en sustitución de este. Se escriben siempre con mayúscula inicial y habitualmente precedidos de artículo: Lola Flores, la Faraona; José Nemesio, alias el Chino; la Dama de Hierro; la Pasionaria. El artículo que los antecede debe escribirse con minúscula por no formar parte de la denominación, lo que queda de manifiesto en los usos vocativos de estos nombres: ¡Qué arte tienes, faraona!
En el español de América no es infrecuente situar los apodos, sin artículo, entre el nombre de pila y el apellido; en ese caso se hace necesario marcarlos con cursiva o con comillas para distinguirlos de los demás elementos del nombre: Ernesto <<Che>> Guevara.
11. Los sobrenombres son calificativos que siempre deben ir acompañados del nombre propio. Se escriben con mayúscula inicial y van precedidos de artículo en minúscula: Alfonso X el Sabio, Jack el Destripador.
12. Los seudónimos y nombres artísticos son los nombres utilizados por escritores y artistas en el ejercicio de sus actividades, en lugar del suyo propio. Se escriben siempre con mayúscula inicial, mientras que el artículo, si lo llevan, debe escribirse con minúscula: el Pobrecito Hablador (seudónimo del escritor Mariano José de Larra).
13. La escritura con mayúscula inicial solo es obligatoria en las abreviaturas de los
tratamientos como Sr. D. (señor
don), U. o V. (usted), V. S. (usía), Ilmo. (ilustrísimo), Sto. (santo), etc. Por el contrario deben escribirse con minúscula inicial todos los tratamientos, tanto los que preceden siempre al nombre propio, llamados por ello, antenombres: don, doña, fray, sor, santo/ta; como los que pueden utilizarse sin él: usted, señor/ra, doctor/ra, licenciado/da, excelencia, (su) señoría, reverendo/da, vuestra merced. Para aquellas fórmulas honoríficas correspondientes a las más altas dignidades en el tratamiento protocolario (su santidad, su majestad, su excelencia...), la mayúscula inicial es admisible -aunque no obligada- solo si el tratamiento no va seguido del nombre propio de la persona a la que se refiere: La recepción a Su Santidad será en el palacio arzobispal; pero si se acompaña del nombre propio, es obligada la minúscula: Esperamos la visita de su santidad Benedicto XVI.
Naturalmente, cuando la fórmula de tratamiento no funciona como tal, sino que forma parte de un nombre propio o de una expresión denominativa, se escribirá con la mayúscula requerida por este tipo de expresiones: Don Benito (localidad de Badajoz, España), Doña Bárbara (título de una novela del escritor venezolano Rómulo Gallegos).
14. Al igual que sucede con los nombres de personas reales, se escriben con mayúscula inicial los que designan personajes de ficción: Aureliano Buendía (personaje de Cien años de Soledad, novela del colombiano García Márquez), Harry Potter (protagonista de las novelas de la escritora británica J. K. Rowling), Mafalda (protagonista de una tira cómica homónima del argentino Quino). Cuando un nombre común o un grupo nominal se utilizan como nombres propios de un personaje, recurso especialmente utilizado en la literatura infantil, sus componentes significativos deben escribirse también con mayúscula inicial: Caperucita Roja, el Gato con Botas, la Ratita Presumida.
15. Los
nombres propios con los que se designa particularizadamente a los dioses, profetas y otros seres o entes del ámbito religioso se escriben con mayúscula inicial: Alá, Jehová, Jesucristo, Mahoma, Quetzalcóatl, Yemayá, Kukulkán, el Espíritu Santo, Satanás, Lucifer, Odín, Júpiter, Minerva.
Tanto los apelativos antonomásticos como las advocaciones que se les aplican deben escribirse igualmente con mayúscula inicial: el Señor, el Creador, el Todopoderoso, el Gran Arquitecto, el Salvador, la Virgen, la Purísima, el Innombrable, el Maligno, la Virgen de Fátima, el Buda de la Luz Ilimitada.
El sustantivo dios ('ser supremo') debe escribirse con mayúscula inicial únicamente cuando se emplea como nombre propio, de carácter antonomástico, para designar al ser supremo de una religión monoteísta: Dios envió a su hijo para salvarnos; Hazlo como Dios manda.
16. Los nombres que designan individualizadamente a seres mitológicos o fabulosos se escriben, por su condición de nombres propios, con mayúscula inicial: Polifemo, Clío, Pegaso.
Animales y plantas
1. Se escriben con mayúscula inicial los nombres propios designativos de animales y plantas: Chita, Dolly, Moby Dick, Pluto, Telperion.
2. El
primero de los nombres latinos que designan especies de animales
y plantas, se escribe con mayúscula inicial. Ejemplos: Pimpinella anisum. Los nombres científicos se escriben en cursiva, no así el artículo precedente, que debe escribirse con minúscula y en redonda: el Homo sapiens.
Lugares
1. Los nombres propios de continentes, países, ciudades y localidades se escriben con mayúscula inicial: América, Eurasia, Cuba, Toledo, La Paz. Muchos de estos nombres, cuando son pluriverbales, incluyen en su denominación un sustantivo de carácter geográfico: Cabo Verde (país) Ciudad del Cabo (ciudad) Islas Cook (país) Mar del Plata (ciudad). En estos casos, el sustantivo genérico debe escribirse con mayúscula inicial. También se escriben con mayúscula inicial los sustantivos y adjetivos que componen las denominaciones de las federaciones integradas por varios Estados independientes: Unión Europea, Federación Rusa.
2. Se escriben asimismo con mayúscula inicial los sustantivos y adjetivos que forman parte de las denominaciones de carácter antonomástico que presentan, como alternativa estilística, algunos topónimos: la Ciudad Eterna(Roma), el Nuevo Mundo (América). Del mismo modo se comportan las denominaciones abreviadas o las alternativas de carácter coloquial: De efe (por México D.F.), los Madriles (por Madrid).
3. Se escriben con mayúscula inicial los nombres de aquellos continentes, países, regiones o topónimos imaginarios creados por la fabulación del hombre: la Atlántida, los Campos Elíseos, el País de Nunca Jamás.
4. Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de determinadas áreas geopolíticas, que generalmente abarcan distintos países, pero que se conciben como áreas geopolíticas con características comunes: Occidente, Oriente Medio, Hispanoamérica, el Magreb, el Cono Sur, Europa del Este, Oriente Medio.
5. Los nombres propios de los accidentes geográficos, tanto naturales como artificiales, se escriben con mayúscula inicial, pero no los sustantivos comunes genéricos que los acompañan: el océano Pacífico, el mar Mediterráneo, la cordillera de los Andes, las cataratas del Iguazú. Sin embargo, hay nombres propios geográficos que incorporan un sustantivo genérico como parte inherente, caso en el que el genérico debe escribirse con mayúscula inicial: Sierra Morena, los Picos de Europa, las Montañas Rocosas, la Selva Negra, Playa Girón, etc.
6. Los nombres propios de las regiones naturales o áreas bioclimáticas se escriben con mayúscula inicial, no así el artículo que los antecede: la Amazonia (o Amazonía), la Patagonia, el Gran Chaco, etc.
7. Se escribe con mayúscula inicial el nombre propio de las comarcas, esto es, los territorios que en un país o una región se identifican por determinadas características físicas o culturales: las Alpujarras, los Monegros. El artículo que antecede al nombre propio de una comarca se escribe con minúscula: el azafrán de la Mancha, salvo que forme parte del nombre propio de una división político-administrativa, como sucede en España con algunas comunidades autónomas: La Rioja.
8. Los nombres de los espacios naturales protegidos se escriben con mayúscula inicial cuando se trate de la denominación de la entidad o institución que gestiona estos espacios: Parque Nacional de Doñana.
9. Se escriben con mayúscula los sustantivos y adjetivos que forman parte de la denominación de cada una de las regiones militares de un país, que habitualmente llevan antepuesto un ordinal que las distingue: La II Región Militar, La Cuarta Región Aérea, la Región Militar del Sur. En sus usos genéricos, estas expresiones se escriben, en cambio, con minúscula: Fue nombrado capitán general de la nueva región aérea.
10. En los nombres de barrios, distritos o urbanizaciones solo se escriben con mayúscula el término específico, no así el sustantivo genérico precedente: barrio de Lavapiés, urbanización Los Rosales. Estos sustantivos genéricos se escriben con mayúscula inicial únicamente si forman parte de una expresión que así lo exige, como ocurre con los nombres de asociaciones u organizaciones: Asociación de Vecinos del Barrio de las Letras.
11. Los adjetivos y sustantivos que forman parte de la denominación de edificios y monumentos se escriben con mayúscula: el Coliseo, el Partenón, la Casa de América, la Casa Rosada, la Puerta de Alcalá. No obstante, cuando el sustantivo genérico que acompaña al término específico se corresponde con la naturaleza del referente designado, es asimismo admisible escribir el sustantivo genérico con minúscula y aplicar la mayúscula al término específico: el arco del Triunfo, la torre Eiffel. Las denominaciones, generalmente de carácter coloquial, que se emplean como alternativa estilística a los nombres de edificios o monumentos se escriben también con mayúscula inicial, no así los artículos que las anteceden: el Pirulí (por Torrespaña, sede de la televisión pública española, en Madrid), la Bombonera (por el estadio Alberto J. Armando, del Boca Juniors argentino), la Raspadura (por el monumento a José Martí en la plaza de la Revolución de La Habana).
12. En estancias y recintos de edificios de carácter monumental es frecuente bautizar con nombres específicos determinadas estancias o recintos, caso en el que todos los elementos de la expresión denominativa se escriben con mayúscula: la Galería de los Espejos (en el Palacio de Versalles), el Patio de los Leones (en la Alhambra), el Salón de los Pasos Perdidos (en el Capitolio de La Habana).
13. En puertos, aeropuertos y estaciones solo está justificado el uso de la mayúscula en estos términos cuando la expresión completa no se refiere al espacio físico, sino a la entidad u organismo que gestiona su actividad: El puerto de Bilbao tiene un acuerdo con los bomberos de la Diputación Foral. Naturalmente se escriben también con mayúscula si forman parte de un nombre propio o una expresión denominativa que así lo exige (nombres de países, de localidades, de organismos, etc.): Capitanía del Puerto de Acapulco, Departamento de Facturación del Aeropuerto de Barajas.
14. En calles, espacios urbanos y vías de comunicación (carreteras, autovías, autopistas y calzadas romanas) solo debe escribirse con mayúscula inicial el término específico, no así el sustantivo genérico precedente: la calle Mayor, la glorieta de Embajadores.
Algunos sustantivos genéricos de este tipo, pueden pasar a constituir el término específico de la expresión denominativa, razón por la que se escribe con mayúscula y aparecen precedidos de nuevos sustantivos categorizadores escritos con minúscula: calle Gran Vía, calle Corredera.
Se escriben también con mayúscula inicial los sustantivos genéricos que acompañan a los nombres de vías o espacios urbanos cuando aparecen detrás del término específico, como sucede a menudo en las denominaciones traducidas o tomadas de otras lenguas: la Sexta Avenida.
15. En los nombres de vías de comunicación (carreteras, autovías, autopistas y calzadas romanas), solo debe escribirse con mayúscula inicial el término específico, no así el sustantivo genérico procedente: la carretera nacional II, la carretera Panamericana, la autopista del Mediterráneo. No obstante, en el caso de las calzadas romanas, su carácter histórico y hasta cierto punto monumental hacen admisible, aunque no obligatorio, que el sustantivo genérico se escriba con mayúscula: la Vía Apia, la Vía de la Plata.
Cuando el término específico es simplemente un número, las vías de comunicación suelen designarse mediante un sistema mixto que mezcla letras mayúsculas y cifras, separados ambos componentes por un guion intermedio: la N-640 (carretera nacional).
En los nombres de vías pecuarias, aquellas especialmente habilitadas para el traslado del ganado, no se escriben con mayúsculas los sustantivos genéricos: la cañada real de los Roncaleses. Tampoco está justificada la mayúscula en los adjetivos que desempeñan su normal función especificativa: cañada real segoviana.
Entidades
1. Se escriben con mayúscula inicial todas las palabras significativas que componen la denominación completa de entidades, instituciones, organismos, departamentos o divisiones administrativas, unidades militares, partidos políticos, organizaciones, asociaciones, compañías teatrales, grupos musicales, etc.: Cámara de los Comunes, Ministerio de Sanidad y Consumo, Biblioteca Nacional, Real Academia de Bellas Artes, Universidad Nacional Autónoma de México, Federación Venezolana de Deportes Acuáticos, Departamento de Recursos Humanos, Área de Gestión Administrativa, Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín, Partido Conservador, Grupo Parlamentario Socialista, Asociación de Amistad Hispano-Árabe, Héroes del Silencio.
La mayúscula no afecta ni a los artículos ni a las conjunciones coordinantes, ni a las preposiciones sin especial relevancia semántica que incluya la expresión denominativa: Asociación en Defensa de la Sanidad Pública; en cambio, aquellas preposiciones con una carga semántica significativa en la denominación pueden escribirse con mayúscula, como ocurre en Médicos Sin Fronteras o en Asociación Española Contra el Cáncer.
También se escriben con mayúscula las denominaciones alternativas de carácter antonomástico que posee algunas de estas entidades: Cámara Alta [= Senado], Benemérita [= Guardia Civil (Esp.)] o Cruz Roja (C. Rica).
2. La mayúscula inicial se aplica también al término o términos con que habitualmente se menciona de forma abreviada una determinada institución o entidad: el Ateneo (por el Ateneo de Sevilla), la Complutense (por la Universidad Complutense). En general, estas denominaciones se forman sobre la parte específica del nombre y son estructuras elípticas en las que se omiten la denominación completa. El artículo que las encabeza debe escribirse con minúscula, pues no forma parte del nombre propio, por más que sea necesaria su presencia.
3. Existe un grupo de sustantivos que, junto a sus usos como nombres comunes, cuentan con acepciones en las que designan entidades, organismos o instituciones. Cuando se emplean con este valor, se escriben con mayúscula inicial: la Bolsa, la Corona, las Cortes, el Estado, el Gobierno, la Hacienda Pública, la Iglesia, la Administración. En estos casos, la mayúscula afecta tanto al singular como al plural, pero no a los especificadores que puedan acompañar al sustantivo: Los Gobiernos guatemalteco y español firmaron un acuerdo bilateral.
4. Se admite el uso con mayúscula inicial a los sustantivos que designan formas de Estado o de gobierno cuando estos nombres se utilizan antonomásticamente para designar periodos concretos de la historia caracterizados por una de esas formas de gobierno, como sucede, por ejemplo en la periodización de la historia de la antigua Roma con la Monarquía, la República y el Imperio, a la Dictadura, en referencia a periodos de gobiernos dictatoriales.
5. Las menciones a los distintos poderes del Estado (poder ejecutivo, poder legislativo y poder judicial) se escriben, en cambio, con mayúscula inicial en sus dos componentes cuando se refieren específicamente a los órganos del Estado en que descansan, al tratarse en ese caso de una mayúscula institucional: El poder Judicial notificó su cese al magistrado. Por su parte, la palabra ejecutivo se escribe con mayúscula inicial cuando se utiliza por sí sola en referencia al Gobierno de una nación, como denominación estilística alternativa: La propuesta del Ejecutivo francés tuvo una fría acogida.
6. Los sustantivos que forman parte de la denominación oficial completa de un Estado se escribe con mayúscula inicial: Principado de Andorra, Reino de España, República Argentina, República Islámica de Irán; no así en usos genéricos como, por ejemplo, república mexicana, ya que la denominación oficial de México no es esa, sino Estados Unidos Mexicanos.
7. Además de la primera, se escriben con mayúscula inicial todas las palabras significativas que forman parte del nombre de establecimientos comerciales, culturales o recreativos, como bares, restaurantes, cafeterías, hoteles, cines, teatros, etc.: La Perla, Corte Inglés, La Vaca Argentina, El Botón de Oro.
8. En los últimos tiempos es frecuente que el nombre de muchos establecimientos, especialmente restaurantes, bares y otros locales de ocio, se aparte del modelo denominativo tradicional, constituido por expresiones nominales, y sea una estructura de otro tipo (oracional, preposicional, etc.), en ese caso es necesario escribir con mayúscula inicial todos los elementos significativos del nombre (salvo los artículos, las conjunciones coordinantes y las preposiciones sin especial carga significativa que aparezcan en posición interior): restaurante Entre Suspiro y Suspiro; bar Aquí Me Quedo.
9. Se escriben con mayúscula inicial los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de las órdenes religiosas o religioso-militares: la Orden de Predicadores, la Orden de San Agustín, la Orden del Temple, la Compañía de Jesús. Se escriben también con mayúscula los especificativos que se usan por sí solos en la designación de alguna de estas órdenes: el Temple, el Carmelo.
La mayúscula del nombre no es extensible a los derivados con los que se designa a sus miembros, y que se emplean a menudo en plural para referirse a todo el colectivo: los franciscanos, los templarios, los carmelitas.
10. Se escriben con mayúscula inicial los elementos léxicamente significativos (por lo general, sustantivos y adjetivos) que forman parte de las denominaciones oficiales de los equipos deportivos: Atlético de Madrid, Indios de Ciudad Juárez, Cultural y Deportiva Leonesa. También se escriben con mayúscula inicial las denominaciones estilísticas alternativas que se utilizan para referirse a las selecciones nacionales, normalmente basadas en el color de la camiseta de los jugadores: la Albiceleste (selección argentina), la Canarinha (selección brasileña), la Roja (selección española o chilena).
En cambio, los sustantivos y adjetivos apelativos que se utilizan para referirse a los jugadores o a los equipos y, por extensión, a sus socios y seguidores se escriben siempre con minúscula: los azulgranas (del Barcelona, España), los lilas (de Deportes Concepción, Chile), los rayados (del Monterrey, México).
Denominaciones relacionadas con la actividad intelectual o cultural del hombre
1. En español, se escribe con mayúscula inicial únicamente la primera palabra del título de cualquier obra de creación, sea esta de la naturaleza que sea (libros, cómics, películas, cuadros, esculturas, piezas musicales, programas de radio o televisión, etc.), mientras que el resto de las palabras que lo componen —salvo los nombres propios o las expresiones que, por su naturaleza, exijan la mayúscula— deben escribirse en minúscula: Cien años de soledad, La familia de Pascual Duarte, Mujeres al borde de un ataque de nervios.
La cursiva obligatoria en la escritura de los títulos de obras de creación delimita ya claramente su extensión, por lo que debe evitarse escribir con mayúscula todos los elementos significativos del título, como se hace en inglés; así, lo correcto en español, es escribir Diccionario de la lengua española, y no Diccionario de la Lengua Española.
El artículo que antecede a la mención de ciertas obras de creación no siempre pertenece al título y, en ese caso, debe escribirse con minúscula y en redonda; así ocurre en casos como la Odisea, la Ilíada o la Divina comedia.
2. Cuando el título abreviado se utiliza para referirse a los distintos ejemplares, ediciones, versiones o lecturas de una misma obra, se mantiene su escritura en cursiva y con mayúscula inicial: Tengo un Quijote de 1700.
3. En los títulos de aquellas piezas o textos que constituyen una unidad independiente o autónoma, pero que se publican dentro de una obra que posee, a su vez, su propio título, solo se escribe con mayúscula inicial la primera palabra, además de aquellas otras cuya naturaleza así lo exija. Además, a fin de delimitar su extensión, se escribirán entre comillas siempre que se haga referencia a ellos junto con el título de la obra o la publicación a la que pertenecen o en la que se han publicado: Octavio Paz publicó en el diario La Jornada el artículo titulado <<La recaída de los intelectuales>>.
4. En los títulos de las subdivisiones o secciones internas de libros o documentos (partes, capítulos, apartados, etc.), solo se escribe con mayúscula inicial la primera palabra, además de aquellas otras que la requieran por su naturaleza. Cuando se haga referencia a ellos dentro de un texto, se escribirán además, entre comillas, a fin de delimitar su extensión, como se ve en el ejemplo siguiente: En el capítulo II, <<La representación gráfica del acento: el uso de la tilde>>, se exponen las reglas de acentuación del español.
5. En los titulares de las noticias de prensa, solo se escribe con mayúscula la primera palabra, además de aquellas otras cuya naturaleza así lo exija: Cuatro heridos en el derrumbe de un inmueble en Caracas.
6. Todas las palabras significativas que forman parte de una publicación periódica (un periódico, una revista, un boletín, etc.) o de una colección se escriben con mayúscula inicial cuando se hace referencia a ellos en un texto, con independencia de cuál sea el grafismo con el que aparezca el nombre en la portada. El nombre de las publicaciones periódicas deben escribirse, además, en cursiva, no así los de las colecciones, que se escriben en redonda: El Diario Vasco, El Barco de Vapor, Anaya Multimedia.
7. Los sustantivos y adjetivos que forman parte del título de los libros sagrados, así como sus denominaciones antonomásticas, se escriben con mayúscula inicial, pero no el artículo que los antecede, que se escribe con minúscula. Hay que saber, además, que los títulos de libros sagrados se escriben en letra redonda, y no en cursiva: el Nuevo Testamento, el Cantar de los Cantares.
8. Cuando para denominar una oración o un rezo se utiliza un fragmento pluriverbal del verso con el que comienza (Yo confieso, etc.) dicho fragmento se escribirá en cursiva y con la primera palabra en mayúscula.
9. Se escriben con mayúscula inicial todos los elementos significativos (Normalmente sustantivos o adjetivos) que forman parte del título de documentos oficiales e históricos: el Tratado de Versalles, la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
10. Se escriben mayúscula inicial todos los elementos significativos del título de los textos o documentos de carácter legal o jurídico: Código Civil, Acta Única Europea, Ley para la Ordenación General del Sistema Educativo. No obstante, cuando la descripción de la ley que constituye el título de esta es demasiado extensa, el uso de la mayúscula se limita al primer elemento: Ley 17/2005, de 19 de julio, por la que se regula el permiso y la licencia de conducción por puntos y se modifica el texto articulado de la ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial. En caso de utilizar una mención abreviada deben mantenerse las mayúsculas. El informe ambiental de actividades debe ser público de acuerdo con la Ley 2/2002.
11. Los títulos de los textos de ponencias, discursos, conferencias, presentaciones, etc., así como los de las exposiciones de carácter cultural referidas a un tema concreto, se comportan como los títulos de los libros o los artículos, es decir, solo se escribe con mayúscula la primera palabra y aquellas otras cuya naturaleza así lo exija: La lucha contra el cambio climático en los países en desarrollo. Si se citan dentro de un texto, lo más adecuado es escribirlos, además, entre comillas a fin de delimitar su extensión, como se ve en el ejemplo siguiente: La exposición <<Goya y el mundo moderno>> recibió más de un millón de visitantes.
12. Todas las palabras significativas que forman parte del nombre o título de programas, planes y proyectos, ya sean de carácter público o privado, se escriben con mayúscula inicial: Plan de Fomento de la Lectura. Si el título está constituido por una descripción de la naturaleza del plan o proyecto y resulta demasiado extenso, la mayúscula se limita a la primera palabra: Proyecto para la detección y el estímulo del talento musical precoz en niños menores de seis años; en ese caso, si el título se cita dentro de un texto, lo más adecuado es escribirlo entre comillas a fin de delimitar su extensión.
13. En los lemas, consignas y eslóganes, tanto los propios de instituciones u organizaciones como los de carácter político o publicitario, solo se escribe con mayúscula inicial la primera palabra: Limpia, fija y da esplendor (lema de la Real Academia Española). Cuando estos elementos se citan dentro de un texto, deben escribirse, además, entre comillas a fin de delimitar su extensión, como se ve en el ejemplo siguiente: Mandela buscó la reconciliación bajo el lema <<Un equipo, un país>>. Los lemas que aparecen dentro de las banderas, escudos y monedas suelen escribirse enteramente en mayúsculas.
14. Se escribirán con mayúscula inicial los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de las disciplinas científicas y las diversas ramas del conocimiento únicamente en contextos académicos o curriculares, cuando designen estudios o materias regladas: Soy licenciada en Filología Inglesa; Me he matriculado en Arquitectura; ¿Quién te da Física este año?
15. Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de una asignatura o materia de estudio se escriben con mayúscula inicial, coincida o no con el nombre de una ciencia o disciplina: Inglés, Matemáticas; pero, si el nombre de una asignatura resulta ser excesivamente largo, solo se escribe con mayúscula la primera palabra: Introducción al comentario de textos narrativos y poéticos españoles del siglo XVI.
16. Los nombres oficiales legalmente establecidos para cada uno de las etapas o ciclos educativos se escriben con mayúscula por tratarse de expresiones denominativas con valor de nombre propio: Educación Infantil; Educación Secundaria Obligatoria.
17. Se escriben únicamente con mayúscula los nombres propios que forman parte de la denominación de leyes, teorías y principios científicos: ley de la gravedad. principio de Arquímedes.
18. Se escriben con mayúscula inicial los nombres de los grandes movimientos artísticos y culturales que abarcan todas o la mayor parte de las disciplinas artísticas (arte, literatura, música, etc.) e identifican grandes periodos histórico-cronológicos culturalmente diferenciados: el Renacimiento, el Barroco, el Romanticismo.
19. Aunque es hoy mayoritaria y preferible la minúscula también en estos casos, solo resulta justificable la mayúscula desde un punto de vista lingüístico en sustantivos como cielo, paraíso, infierno, etc., cuando designan específicamente los lugares establecidos por las distintas religiones como destino de las almas tras la muerte, por su condición de topónimos, si bien de carácter mítico o imaginario: Al Cielo se entra siendo una persona honrada.
20. Se escriben con mayúscula inicial todas las palabras significativas (normalmente sustantivos y adjetivos) que forman parte de la denominación de reuniones de especialistas y profesionales de diferentes ramos, sean estas de carácter académico, técnico, cultural o político (congresos, simposios, jornadas, encuentros, coloquios, convenciones, etc.), con independencia de que su celebración sea o no periódica: Encuentro de Jóvenes Cineastas Europeos y Latinoamericanos. La misma norma cabe aplicar a las exposiciones, muestras, ferias, festivales, certámenes o concursos: Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
21. Se escriben con mayúscula inicial todas las palabras significativas que forman parte de la denominación oficial de premios y condecoraciones, torneos Deportivos, distinciones, certámenes y grandes acontecimientos culturales: el Premio Cervantes, los Goya, la Bienal de Venecia, Campeonato Mundial de Fútbol, Vuelta Ciclista a España.
Denominaciones propias de ámbitos científicos
1. Nombre
de constelaciones, estrellas, planetas o astros. Ejemplos: la Osa Mayor, el Sol. Por el contrario, si el nombre se refiere
a fenómenos
referidos a ellos se escribirá
con minúscula. Ejemplos: Tomar el sol. El avión tomó tierra.
Noches de luna llena.
2. Nombre
de los signos del Zodiaco; Festividades religiosas o civiles, Libros Sagrados cuando nos
referimos a ellos explícitamente. Ejemplos: Piscis, Navidad, Alá,
Corán.
3. Los símbolos de los puntos cardinales y de los puntos del horizonte se escriben siempre con mayúsculas: N, S, E, O, NO, SE. Ahora bien, solo se escribirán con mayúscula inicial cuando formen parte de un nombre propio o de una expresión denominativa que así lo exija: América del Norte, Corea del Sur, la Cruz del Sur.
4. Cuando las expresiones referidas a los polos geográficos designan regiones geográficas que circundan dichos puntos, se utilizará la mayúscula inicial en ambos componentes, justificada por su condición de topónimos o nombres propios de lugar, equivalentes a otros nombres propios como el Ártico [= el Polo Norte].
5. Se escriben con mayúscula inicial los nombres propios que se asignan a ciertos fenómenos atmosféricos (huracanes, tormentas, etc.), no así el sustantivo genérico que a veces los acompaña: el huracán Wilma, el tifón Fred, la borrasca de Finlandia, el anticiclón de las Azores.
6. Los símbolos de los elementos químicos tienen una forma fija e invariable, y se escriben siempre con mayúscula inicial, se compongan de una o de más letras: C, H, Ca, Fe (símbolos respectivos del carbono, hidrógeno, calcio y el hierro).
7. Los símbolos de las unidades de medida que corresponden a unidades que tienen su origen en nombres propios de persona, que se escriben con mayúscula inicial: K (símbolo del kelvin. por el primer barón de Kelvin W. V. Thomson), Fr (símbolo del flanklin, por B. Franklin), N (símbolo del newton, por Isaac Newton), W (símbolo del vatio, por Jacobo Watt). Únicamente el símbolo del litro presenta dos formas posibles, l y L, ya que se admite el uso de la mayúscula en aquellos contextos en los que, de utilizarse la minúscula, cabría la posibilidad de confundir este símbolo con el número uno.
8. Los símbolos de los prefijos utilizados para crear los múltiplos de estas unidades se escriben con mayúscula: M- (mega-), G- (giga-), T- (tera-), P-(peta-), etc., a excepción de los que corresponden a los prefijos kilo- (k-), hecto- (h-) y deca (da-), que se escriben con minúscula: GHz (gigahercio), kW (kilovatio).
9. Los sustantivos que designan enfermedades son nombres comunes y solo se escribirán con mayúscula sin forman parte de una expresión denominativa que así lo exija (el nombre de una institución u organización, de un congreso, etc.): Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida e Hidrocefalia.
10. En los nombres de enfermedades y síndromes que presentan complemento preposicional que incluye el nombre propio de su descubridor o investigador, se mantiene la mayúscula característica del antropónimo, pero el sustantivo genérico debe escribirse con minúscula: enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer, síndrome de Down.
11. Los nombres comerciales registrados de medicamentos, al igual que sucede con las marcas, son nombres propios y deben escribirse con mayúscula inicial: Para las molestias dentales tomaba Nolotil. Se recomienda mantener la mayúscula del nombre propio cuando se hace referencia a las porciones o dosis del medicamento de ese nombre: Me dolía tanto la muela que he tenido que tomarme un Nolotil.
12. Se escribirán con mayúscula los días de la semana, los meses y las estaciones solo cuando formen parte de expresiones denominativas que así lo exijan, como festividades, fechas históricas, espacios urbanos, instituciones, organizaciones, etc.: Viernes Santo, Primavera de Praga, hospital Doce de Octubre; plaza del Dieciocho de Septiembre.
13. Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de festividades, sean civiles, militares o religiosas, se escriben con mayúscula inicial: Navidad, Día Internacional de la Mujer, la Cruz de Mayo (festividad religiosa), la Pascua Militar. Esta misma mayúscula se aplica a los nombres de los periodos litúrgicos: el adviento, la Semana Santa, la Pascua, el Ramadán.
14. Se escriben con mayúscula los sustantivos que dan nombre a eras y períodos geológicos: Cuaternario, Mioceno, Pleistoceno, Jurásico. Esta mayúscula no debe afectar, en ningún caso, a los adjetivos que los acompañan: el Plestoceno medio, el Jurásico superior. Si el periodo se designa mediante un sustantivo genérico seguido de un adjetivo, se recomienda escribir ambos elementos con minúscula inicial: la era cuaternaria, la era cenozoica, el periodo carbonífero.
15. Los sustantivos y adjetivos que forman parte de la denominación de acontecimientos históricos relevantes, que suelen dar nombre a determinados periodos históricos, se escriben con mayúscula inicial referidas a nombres de edades y épocas históricas, cómputos cronológicos, acontecimientos históricos, movimientos religiosos, políticos o culturales y episodios religiosos: la Edad de los Metales, la Antigüedad, la Edad Media, la Hégira, la Revolución de los Claveles, el Renacimiento, la Ascensión, la Asunción.
En el caso de las guerras, solo es necesaria la mayúscula en los componentes de la parte específica de la expresión denominativa, no así en el sustantivo genérico guerra, que debe escribirse con minúscula inicial: la guerra de los Cien años, la guerra de Secesión, la guerra de la Independencia, la guerra de los Seis Días. En el caso de los dos conflictos mundiales, el uso ha fijado como nombre propio singularizador las expresiones Primera Guerra Mundial y Segunda Guerra Mundial, con inicial mayúscula en todos sus componentes.
Del mismo modo que en las guerras, en el caso de las batallas solo debe aplicarse la mayúscula a la parte específica de la denominación: la batalla de las Termópilas, la batalla de San Quintín, la batalla de Ayacucho.
Objetos o productos materiales de la actividad humana
1. Se escriben con mayúscula inicial los nombres propios de objetos singularizados: la bomba Little Boy, el Big Ben, la espada Tizona, el satélite Sputnik, el superordenador Finis Terrae, el Titanic.
2. Cuando el nombre de un autor, sea completo, sea solo el apellido, se utiliza para designar cada una de sus obras, debe mantenerse la mayúscula del antropónimo, subrayando con ello la vinculación directa del autor con sus obras: un Gauguin, un Vermeer, un Antonio López, etc.
3. Las marcas y nombres comerciales son nombres propios y deben escribirse con mayúscula inicial:
Toyota, Philips, Coca-Cola. Las denominaciones de programas y sistemas informáticos, así como los de redes sociales, portales y buscadores de Internet, son asimismo nombres comerciales o registrados, por lo que deben escribirse con mayúscula inicial: Acabo de instalar el Windows Vista; Descargue su actualización de Mozilla Firefox; ¿Lo has buscado en Google?
Uso de mayúsculas en ámbitos especiales
1. Los publicistas y los diseñadores gráficos emplean todos los recursos lingüísticos y gráficos a su alcance (figuras retóricas, juegos de palabras, clases de letra, colores, tamaños, etc.), entre los que cumple un papel no menor al desvío o la transgresión de las normas que regulan el uso común del lenguaje. Así, es frecuente en esos ámbitos la aparición de mayúsculas no justificadas desde el punto de vista ortográfico y, a la inversa, el uso de minúsculas donde las normas ortográficas prescriben la mayúscula: CubaSí, IntraCredit, Más Vital, iBanesto, iPod. En general estos usos desviados, siempre que se apliquen con sentido y mesura, sin admisibles como recursos expresivos o estilísticos, pero conviene tener presente que su utilización abusiva e indiscriminada puede crear desconcierto e inseguridad en los hablantes en relación con las normas ortográficas. Se recomienda, por ello, sopesar bien antes si el fin buscado compensa los posibles perjuicios causados a la herramienta lingüística.