1.ª Regla: Los nombres propios de los accidentes geográficos, tanto naturales como artificiales, se escriben con mayúscula inicial, pero no los sustantivos comunes genéricos que los acompañan (
océano, mar, lago, embalse, río, cordillera, sierra cabo, golfo, bahía, isla, estrecho, canal, etc.), que deben escribirse con minúscula:
el océano Pacífico, la cordillera de los Andes, el cabo de Hornos. Muchos de estos nombres propios se emplean habitualmente solos, sin el acompañamiento del sustantivo genérico, no existiendo razón alguna para que el artículo que los antecede deje de escribirse con minúscula:
el Mediterráneo, el Amazonas, etc.
2.ª Regla: Hay nombres propios geográficos que incorporan un sustantivo genérico como parte inherente, caso en el que el genérico debe escribirse con mayúscula inicial:
Sierra Morena, Playa Girón, los Picos de Europa.
3.ª Regla: Existen usos antonomásticos en los que el nombre común genérico se emplea por sí solo, escrito con mayúscula inicial, en sustitución del nombre propio. En estos casos, la referencia de la antonomasia debe ser compartida por los destinatarios del texto y resultar, por ello, inequívoca:
la Cordillera [= la cordillera de los Andes para los chilenos],
el Golfo [= el golfo de México para los mexicanos] o
la Península [= la península ibérica para los españoles].
4.ª Regla: Cuando para referirse a un accidente geográfico se emplea el sustantivo genérico seguido de un adjetivo derivado del topónimo al que dicho accidente corresponde, tanto el sustantivo genérico como el adjetivo se escribe con minúscula:
cordillera andina (el adjetivo
andino deriva del topónimo
Andes),
meseta castellana (el adjetivo
castellano deriva del topónimo
Castilla),
islas británicas (el adjetivo
británico deriva del topónimo histórico
Britania).
IDEAS PARA IDENTIFICAR A LOS SUSTANTIVOS GENÉRICOS QUE SE ESCRIBEN CON MAYÚSCULA
1.ª Cuando el sustantivo genérico denota una realidad que no se corresponde con la naturaleza del referente designado, no actúa, como es evidente, de clasificador, sino que forma parte del nombre propio; por ejemplo: Cabo Verde no nombra un cabo, sino una isla y el país en ella situado, de ahí que el sustantivo genérico cabo se escriba en estos con mayúscula inicial.
2.ª El sustantivo genérico forma parte del nombre propio cuando la expresión denominativa no exige la anteposición del artículo para integrarse en un enunciado; así ocurre en el caso antes citado de Cabo Verde o en otros como Sierra Nevada. Se dice Pasé mis vacaciones en Cabo Verde (no en el Cabo Verde) o Me fui a esquiar a Sierra Nevada (y no a la Sierra Nevada). En cambio es obligado el uso del artículo cuando el sustantivo genérico actúa como mero nombre común clasificador; el Cabo de Hornos, la Sierra de Guadarrama.
3.ª También se considera parte del nombre propio el sustantivo genérico que antecede al término específico de la denominación cuando no es el que habitualmente se utiliza para referirse al tipo de realidad designada. Así escribimos las Montañas Rocosas o los Picos de Europa porque ni montañas ni picos suelen ser el genérico que se emplea en las denominaciones de las series o conjuntos de montañas, cuyo genéricos prototípicos son sustantivos como sistema, cordillera o sierra.