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1. Se juntaban a dormir en el Portal del Señor sin más lazo común que la miseria, maldiciendo unos de otros, insultándose a regañadientes con tirria de enemigos que se buscan pleito, riñendo muchas veces a codazos y algunas con tierra y todo, revolcones en los que, tras escupirse, rabiozos, se mordían. (Miguel Ángel Asturias: El señor presidente)   
2. El arte, como proceso espiritual, como actuación, consiste en desprender de la realidad una apariencia orientada por la brújula del sentido estético, no de otro modo que la máquina del fotógrafo desprende una apariencia exactícima, y, sin embargo, independiente, de los objetos colocados en su campo. (Francisco Ayala: Interpretaciones)   
3. Desde la ventana de este sobrado, en lo alto de la casa, no se ve la extención azul y vagarosa; se columbra allá en una colina con los cipreses rígidos, negros, a los lados, que destacan sobre el cielo límpido. (Azorín: Castilla)   
4. Estas viejecitas de luto, con sus manos pajizas, sarmentosas, no encienden cuando llega el crepúsculo una luz ante la imagen de una Virgen que vela por los que salen en las barcas; van por las callejas pinas y tortuozas a las novenas, miran al cielo en los días borrascosos y piden, juntando sus manos, no que se aplaquen las olas, sino que las nubes no despidan granizos asoladores. (Azorín: Castilla)   
5. Fui acercándome a Labraz por una carretera empinadízima, llena de pedruscos, que subía primero y rodeaba después el recinto amurallado de la población, los restos de los baluartes que aún se conservaban en pie, las antiguas fortificaciones derruidas que iban subiendo y bajando por los desniveles de las lomas, por los riscos y barrancos que circundaban la ciudad. (Pío Baroja: El mayorazgo de Labraz)   
6. Juzgaba que era conveniente inspirarles temor y tratarlos con dureza a fin de evitar la confución, el desorden, la anarquía, portadores de ruina así en los humildes tenduchos como en los grandes imperios. (Julio Garmendia: La tienda de muñecos)   
7. Pero sabía o creía saber, que una estrella no podría ser abrazada por un ser humano. Creía que su destino era amar a una estrella sin esperanza; y sobre esta idea construyó todo un poema vital de renuncia y de sufrimiento silenciozo y fiel que habría de purificarle y perfeccionarle. (Hermann Hesse: Demian)   
8. Toda la gente que allí habitaba gente descentrada, que vivía en el continuo aplanamiento producido por la eterna o irremediable miseria; muchos cambiaban de oficio, como un reptil de piel; otros no lo tenían; algunos peones de carpintero, de albañil, a consecuencia de su falta de iniciativa, de comprención y de habilidad, no podían pasar de peones, había también gitanos, esquiladores de mulas y de perros. (Pío Baroja: La busca)   
9. La preocupación por conseguir un fin nos intranquiliza a todos los hombres, aun a los más desaprenzivos, aun a los más indolentes, y yo, por mi parte, hubiera deseado vivir todavía más en cada hora, en cada minuto, sin la nostalgia del pasado ni la ansiedad por el porvenir.(Pío Baroja: Las inquietudes de Shanti Andía )   
10. Estaba segurícimo de ello; y, si no, ¿cómo era que todas las primaveras las había pasado sin percibir apenas aquel perfume de azahar que exhalaban los paseos y ahora le enloquecía, enardeciendo su sangre y arrojando su pensamiento en la vaguedad de un oleaje de perfumes? No era menos cierto que hasta entonces había estado sordo. (Vicente Blasco Ibáñez: Arroz y tartana)   
Calificación: puntos.   

Juan Antonio Marín Candón - Morón de la Frontera (Sevilla) | Consultas sobre esta página
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